10.09.2024
3 min de lectura

Cómo preparar una infusión de jengibre

Por María Dobón
Infusión de jengibre

El jengibre es una planta que procede del sudeste asiático. Es una de las raíces con múltiples beneficios para la salud, utilizada desde tiempos ancestrales por sus propiedades medicionales. Está muy relacionada con la cúrcuma, el cardamomo y el galangal.

El rizoma Zingiber officinale Roscoe (jengibre), que es un engrosamiento subterráneo, es muy versátil a la hora de utilizarlo debido a su sabor picante y aroma tan característico. Procede de Oriente, donde se ha utilizado siempre en el ámbito de la medicina, pero también en el mundo de la gastronomía, aportando personalidad y sabor a los platos.

Esta planta se puede utilizar en fresco, en seco, en polvo o en aceite o jugo. Es un ingrediente muy común en muchas recetas actuales.

Propiedades y beneficios del té de jengibre

El jengibre lo puedes utilizar tanto en fresco como en seco para hacerte una rica infusión digestiva. También se utiliza para calmar las náuseas o para evitar los mareos en los viajes, aunque tradicionalmente ha servido para aliviar y suavizar la garganta.

¿Cómo hacer una infusión de jengibre?

A continuación, te explicamos cómo preparar una infusión de jengibre para aprovechar todas sus propiedades.

Ingredientes:

• Una taza de agua

• Jengibre en rodajas. También puede utilizar 1 cucharadita de la raíz en polvo.

• Miel, limón y/o canela (son opcionales)

Preparación:

1. Limpiar el jengibre: lava correctamente la raíz del jengibre para eliminar cualquier impureza.

2. Pelar y cortar: unas 2 o 3 rodajas finas. Puedes utilizar también una cucharadita de raíz en polvo o rallarlo si prefieres una infusión más intensa.

3. Hervir el agua: lleva el agua a ebullición.

4. Añadir el jengibre: una vez el agua esté hirviendo, añade las rodajas o el jengibre rallado. Reduce el fuego y déjalo reposar durante unos 10 minutos. Si has optado por la opción en polvo, fíltralo a los 10 minutos.

5. Colar la infusión: para eliminar las rodajas o la ralladura y sírvela en una taza.

Su típico sabor picante lo puedes endulzar con una cucharadita de miel, o acompañar con unas gotas de limón exprimido o incluso un poquito de cúrcuma o una ramita de canela para obtener un sabor más atrevido y reconfortante.

¡Apuesta por esta raíz y elige la forma de prepararlo que más fácil te parezca!

Para utilizar el jengibre externamente, prepara la infusión con las rodajas y cuando esté 10 minutos reposando, viértelo en compresas en la zona afectada. Sus efectos antiinflamatorios te ayudarán a reducir hinchazones y calmar dolores.

Además, el jengibre en polvo o molido también se puede utilizar para cocinar otro tipo de cosas como productos horneados, postres o dulces.

Consejos para una mejor experiencia

1. Cantidad de jengibre: conforme vayas probando la infusión de jengibre puedes ajustar la cantidad a tu gusto. Cuanto más jengibre más picante y concentrada será la infusión.

2. Consumo diario: para aprovechar al máximo las propiedades, se recomienda consumir la infusión regularmente, especialmente en épocas de frío o cuando sientas que tu sistema inmunológico necesita un impulso.

3. Conservación: puedes preparar una cantidad más grande y conservar la infusión en el refrigerador, en un envase cerrado. Calienta solo la porción que vayas a consumir.

La infusión de jengibre es una bebida sencilla de preparar y con muchísimos beneficios para la salud. Siguiendo estos pasos, podrás disfrutar de todas las propiedades de la raíz de jengibre en una deliciosa y reconfortante bebida.

¡Anímate a incluir esta infusión en tu rutina diaria y aprovecha todas sus propiedades!

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